lunes, 20 de septiembre de 2010

Estudio sobre la muerte de Jesús de Nazareth
La muerte de Yehosua MinNatzereth es un hecho narrado en los escritos comúnmente llamados Evangelios, no redundaremos en ello pues están al alcance de la mano para quien quiera leerlos. En resumen de cuentas Jesús fue condenado a morir en la cruz bajo el cargo de sedición, al considerarse que se había proclamado rey, por la aplicación de la Lex Julia Lesae Maiestatis.

Circunstancias de la ejecución
Antes de su ejecución se efectuó en Cristo el cruel preludio de la flagelación. Una revista de la Asociación Médica Estadounidense, “The Journal of the American Medical Association” describe así la práctica romana: “Por lo general el instrumento que se usaba era un látigo corto (flagelo, flagra horrible) con varias tiras de cuero sueltas o trenzadas, de largo diferente, que tenían atadas a intervalos bolitas de hierro o pedazos afilados de hueso de oveja [...] Cuando los soldados romanos azotaban vigorosamente vez tras vez la espalda de la víctima, las bolas de hierro causaban contusiones profundas, y las tiras de cuero con huesos de oveja cortaban la piel y los tejidos subcutáneos. Entonces, a medida que se seguía azotando a la víctima, las heridas llegaban hasta los músculos esqueléticos subyacentes y producían tiras temblorosas de carne que sangraba”. No se sabe cuantos latigazos recibió Cristo, pues según la costumbre judía solo se daban 39 golpes, mientras que los romanos solían flagelar mucho más. La humillación de Cristo, lo que incluyó una corona de espinas, así como golpes, parece seguir una costumbre de las legiones que escogían a un esclavo en las saturnales de fin de año, para vestirlo de rey, humillarlo y luego sacrificarlo.
A diferencia del arte cristiano y de ciertas películas cinematográficas, el reo tan solo cargaba una viga de 1,5 a 2 mt. de largo y de no más de 35 a 50 kg. de peso, sobre ambos hombros, a manera de yugo,12 pues una cruz clásica completa se estima que pesaría alrededor de 110 a 135 kg., haciéndose imposible que un hombre debilitado por la tortura pudiera cargarla.13 14
En el Evangelio de Lucas se describe la cruz como “llevada sobre "los hombros”,15 16 misma expresión usada para describir al pastor que carga sobre sus hombros (plural) a una oveja.17 18 La confusión deriva de que la palabra griega para cruz (stauros) también es usada en las fuentes clásicas para referirse a cualquier parte constituyente de la misma, y no necesariamente a la cruz completa.19
Sobre el reo solía fijarse un "titulus" o letrero del cargo.20
Era común que los grupos de ejecución estuvieran compuestos de cuatro soldados y un centurión, y que estos pudieran reclamar los bienes de la víctima como parte de su salario (expollatio).
También, a diferencia de lo representado tradicionalmente en el arte cristiano, el profesor Josef Zias, antropólogo de la Universidad Rockefeller y ex curador del Departamento de Antigüedades y Museos de Israel, cree que las crucifixiones en Judea no habrían sido en cruces muy altas, en vista de que la madera más disponible para ejecuciones sería la de olivo y estos árboles no son muy altos, lo cual sugeriría que las personas eran crucificadas “a la altura de los ojos del observador”.21
En tiempos de Jesucristo, los soldados romanos bebían un vino flojo, ácido o amargo, conocido en latín como acetum (vinagre), o, cuando estaba diluido con agua, posca. Probablemente esta fue la bebida que se le ofreció a Jesús mientras estaba en la cruz. Según unos evangelios, él rehusó el vino agrio mezclado y drogado con mirra (o hiel) que se le presentó para aliviar su sufrimiento. Algunos piensan que este licor era preparado por las mujeres de Jerusalén para aliviar los dolores de las víctimas de crucifixión, y que los romanos aceptaban esto por condescendencia.22 Sin embargo, otros dicen que, poco antes de expirar, aceptó vino agrio puro de una esponja que le acercaron a la boca.23
El Evangelio de Juan,24 dice que a Jesús le clavaron las manos, sin embargo, la palabra griega para mano, usada en el evangelio, es "χείρ" (kjeír), que se refiere tanto al antebrazo como a la mano. Esta palabra utilizada en los evangelios traducida como “mano” es utilizada también en Hechos de los Apóstoles25 donde se narra que las cadenas de Pedro cayeron de “sus manos” siendo que éstas debieron de estar colocadas en sus muñecas. Debido a esto, el doctor Frederick Zugibe, ex jefe médico forense del condado de Rockland, Nueva York, cree que los clavos pudieron haber sido colocados entrando en la palma, en la base del dedo pulgar y saliendo por la muñeca, pasando por el túnel carpiano.26
Respecto a como pudieron fijarse los pies de Cristo en la cruz, los restos encontrados en 1968 en la localidad de "Giv'at ha-Mivtar" (Ras el-Masaref), al norte de Jerusalén, entregan la única pista antropológica concreta jamás encontrada sobre una crucifixión. El arqueólogo V. Tzaferis revisó los restos, encontrando que en el hueso del calcáreo (talón) del pie derecho del difunto aún se encontraba un clavo oxidado. Se trataba de un joven que había sido crucificado entre el año 7 y 66 d. C.27 El profesor Nicu Haas, antropólogo de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, de Jerusalén, condujo una investigación que examinó los restos. Haas concluyó que los dos talones habían sido clavados por un solo clavo.28
Nikolaj Nikolajewitsch.
"Golgotah".
Graffito Puzzuoli con un crucificado
desnudo y flagelado.
Nótese disposición de los pies.
Un reexamen posterior del hallazgo, hecho en 1985 por el profesor Joe Zias y el doctor Eliezer Seketes, de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, demostró que el clavo que Haas había supuesto de 17 a 18 cm. de largo, en verdad era de sólo 11,5 cm., con lo que cada pie fue clavado de manera independiente a cada lado de la cruz. Adicionalmente, una pieza de madera de acacia fue encontrada entre los huesos y la cabeza del clavo, presumiblemente utilizada para mantener los pies clavados y que éstos no se deslizaran a través del clavo.29 Bien podría haber sucedido así con Jesús. Pero también The International Standard Bible Encyclopedia comenta: “Se ha especulado considerablemente sobre [...] la cantidad exacta de clavos que se usó. En las representaciones más antiguas de la crucifixión los pies de Jesús aparecen clavados por separado (s. V), pero en las representaciones posteriores están cruzados y fijados al palo vertical con un solo clavo”.30 31 32
Por supuesto, lo anterior solo son posibilidades, ya que los romanos podían ser muy ingeniosos en su crueldad. El historiador Judío Flavio Josefo escribió que durante el asedio de Jerusalén (70 d. C.) los soldados romanos “fuera de si de rabia y odio se divertían clavando a sus prisioneros en diferentes posturas (allon allói skhémati)”.33

Posibles causas de muerte
Algunos investigadores han creído que la muerte de Cristo pudo producirse como resultado de una “rotura del corazón”, debido a la historia evagélica del agua y la sangre que fluye de la herida de Cristo.34 Según ellos, esto podría haber sucedido debido a un golpe en el pecho durante la ejecución, o simplemente podría ser un simbolismo o relato milagroso carente de significado forense.35
Una teoría de Pierre Barbet36 establece que la causa típica de la muerte en la cruz era la asfixia.37 Pues, como todo el peso del cuerpo es soportado por los brazos estirados, el condenado tenía severos problemas para inhalar, debido a la híper-expansión de los músculos intercostales y del pecho, y los pulmones. Debido a eso los verdugos solían fracturar las piernas con mazos de hierro si querían acelerar la muerte (crurifragium), pues así la víctima quedaba sin sustento para poder levantarse y seguir respirando. Sin embargo, el doctor F. Zugibe ha concluido, luego de efectuar varios experimentos en voluntarios desde 1980, que cuando alguien se encuentra suspendido con los brazos de 60° a 70° desde la vertical, aunque se le presentan dificultades en la respiración esta no le resulta imposible. Zugibe asegura que el crurifragium,38 era utilizado solo como “golpe de gracia”, causando un shock traumático severo o causando embolia grasa, pero de ninguna manera induciendo la muerte por asfixia.
Hoy se cree que la muerte podía suceder por múltiples razones, como shock Hipovolémico, debido a la hemorragia causada por los azotes y los clavos;39 sepsis generalizada por las heridas infectadas.40 También podía suceder por la combinación de una serie de otras causas como deshidratación, insolación, cansancio crónico, que eventualmente podían llevar a un paro cardíaco, etc. Por todo ello sería injusto afirmar que la muerte de Jesús fue por una sola causa.4142
Es imposible saber a ciencia cierta cual fue la forma de la cruz en que murió Cristo debido al escueto relato que nos brindan los evangelios. Además, las palabras originales usadas en la Biblia para referirse a este instrumento de muerte podían emplearse para referirse a una amplia gama de cruces que fueron utilizadas por los romanos en la antigüedad clásica.

Crux immissa
La teoría más aceptada es la de la más temprana tradición eclesiástica, que consiste en la típica cruz immissa (con el travesaño abajado). El Evangelio de Mateo dice que el ‘‘titulus’’ fue puesto “por encima y arriba” de la cabeza de Jesús.43 (Gr.: ‘‘Epanó’’, de la preposición “épi”: “Encima”, y “ana”: “Por sobre” 44 ). Si a Jesús se le hubiese fijado en otro tipo de cruz, el ‘‘titilus’’ se habría puesto sobre sus manos o a una altura que le habría dificultado incorporarse para respirar. El profesor J. H. Bernard indica que ésta declaración en Mateo “sugiere que la cruz era de la forma llamada crux immissa, con un travesaño para los brazos, como los pintores generalmente han representado que es.”45 La "International Standard Bible Encyclopedia" hace la misma observación: “La forma que normalmente se ven en las pinturas, la crux immissa (Cruz Latina “t”), es aquella donde el poste derecho se proyecta con un travesaño más corto. Por la mención de la inscripción clavada sobre la cabeza de Jesús, puede seguramente inferirse que ésta era la forma de la cruz en que Él murió.”46
Respecto a la tradición cristiana que consigna la memoria de este estilo de crucifixión en Jesús, tenemos aquí algunos ejemplos: 47
Justino Mártir (escribió en el 148 y 161 d. C.)
“Y Dios a través de Moisés muestra de otro modo el poderío del misterio de la cruz, cuando Él dijo la bendición con la cual bendijo a Josué (Josué es equivalente en hebreo al nombre Jesús): ‘Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos. Como el primogénito de su toro, es su gloria Y sus astas como astas de búfalo; Con ellos acorneará los pueblos juntos hasta los confines de la tierra’. Ahora, nadie puede decir o probar que las astas (cuernos) de un búfalo representan cualquier otra cosa o figura sino el símbolo de la cruz. Pues se coloca un madero en posición vertical, del cual se levanta el extremo más elevado en un cuerno, cuando se le encaja el otro madero, y los extremos aparecen en ambos lados como cuernos unidos al primer cuerno. La parte que se conecta que está en el centro, donde se suspende aquellos que son crucificados, también sobresale como un asta; y se parece a un asta acoyuntada y conectada con las otras astas.”
“[...] la cruz es ahora el símbolo más grande del poder de Dios y de su soberanía. De hecho, todos nosotros podemos observar que la forma del cruz es esencial a nuestros asuntos rutinarios de la vida. Por ejemplo, tú utilizas la cruz cada vez que navegas a través del mar: el mástil forma una cruz. El arado del granjero es de esta misma forma, como es la mayor parte de las herramientas usadas por artesanos y trabajadores. Además, mira la forma del cuerpo humano y cómo difiere de los animales irracionales. Diferimos de los animales en el hecho de que nosotros nos paramos erguidos. Y cuando nuestros brazos se extienden formamos la figura de la cruz. Finalmente, miren sus propias banderas y los estándares militares. Estos también tienen la forma de la cruz”.48 49
Fírmico (escribió en 346 d. C.) “¿Cuáles son esos cuernos que él alardea que posee? [...] Los cuernos no significan otra cosa sino la venerable señal de la cruz. Por un “cuerno” de esta señal, el que es alargado y vertical, el universo se sostiene [...]; y por la juntura de los dos cuernos qué van hacia los lados el Este está emocionado y el Oeste apoyado [...] Cristo: ¡Con tus brazos extendidos apoyas el universo y la tierra y el reino de los cielos! [...] Para conquistar a Amalec, Moisés, extendió hacia afuera sus brazos imitando estos cuernos.”50
Rufino (escribió cerca del 404 d. C.) “Estas palabras, ‘la altura y anchura y profundidad’, son una descripción de la cruz. La porción de ella qué está fijada en la tierra él llamó la profundidad. Por altura él quiso decir la parte que se estira sobre la tierra y va hacia arriba, por la anchura las partes que se extienden hacia fuera a la mano derecha y la izquierda [...] Cristo con sus manos extendidas, es más, según el profeta inspirado, él las mantuvo así a lo largo de todo el día hacia el pueblo que estaba sobre la tierra, testificándoles a los incrédulos y dando la bienvenida a los creyentes.”51
San Agustín (escribió entre el 412 y 414 d. C.)
“Así, ‘que, arraigados y cimentado en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la profundidad y la altura’, es decir, la cruz del Señor. Su anchura es simbolizada por la viga transversal en donde las manos se extienden; la longitud es la viga vertical de la cruz, que asciende del suelo, en la cual el cuerpo entero, desde las manos hacia abajo, estaba fijado; la altura, desde el poste hacia la cima lo que sobresale a la cabeza; la profundidad es la parte que está oculta, enterrada en la tierra.”
“No fue sin razón qué él escogió éste tipo de muerte, ni la hubiese escogido, excepto porque en ella Él se destacó como el amo de esta ‘anchura, longitud, altura y profundidad’. Ya que, hay anchura en el travesaño el cual se amarra arriba; esto se refiere a las buenas obras porque las manos se extienden allí. Hay longitud en la parte visible de la viga que se extiende hasta abajo a la tierra [...] La altura está en esa parte de la cruz que se extiende desde el travesaño hacia arriba, y se deja sobresalir para que apunte hacia arriba, es decir, desde la cabeza de los crucificados [...] Y ahora, verdaderamente, la parte de la viga que no se ve, cual es la que se entierra y se esconde, desde donde se levanta todo hacia arriba, significa la profundidad de la gracia que nos es dada gratuitamente.”52
Respecto a lo que creían los Padres de la Iglesia el erudito del siglo XVI d. C. [Justo Lipsio], escribió: “Las palabras de Inocencio respecto a este tema: ‘en la cruz del Señor había cuatro piezas de madera. La viga perpendicular, el travesaño, el tronco de un árbol puesto por debajo, y el título (inscripción) puesto por encima’. ‘También nos relata Ireneo: ‘La propia construcción de la cruz tiene cinco extremos, dos verticales y dos horizontales, y una en el medio donde la persona prendida con clavos se sentaba’. Ellos dividen la cruz en cinco extremos (Tertuliano les llama “puntos”), los cuatro que se conocen y se extienden hacia afuera; y el quinto, el cual ellos colocan a mitad de la cruz, en donde la viga transversal corta y cruza la viga fija. Con esto en consideración, hay cinco extremos”.53
La principal objeción histórica que se ha hecho a estas y otras tradiciones eclesiásticas es la lejanía temporal (entre 100 y 200 años) respecto a lo descrito en los evangelios, y a que se basarían en idealizaciones más bien que en una auténtica memoria histórica.54 Incluso parecen ser simples interpolaciones de lo que los autores veían a diario en las ejecuciones romanas más bien que tradiciones de lo sucedido en Judea. Ejemplos de interpolaciones semejantes se ven en el más primitivo arte paleocristiano se representaba a Cristo sin barba y con atuendo romano, lo que no corresponde con el fenotipo y costumbres judías que hoy conocemos del tiempo de Cristo.
También la tradición artística muestra sus deficiencias como determinante absoluta al empezar a representar a Cristo cargando una cruz completa. La representación más antigua conocida sobre este error es cerca del 430 d. C. Si se toma en cuenta que la crucifixión fue prohibida por Constantino en el 337, tenemos que en menos de 100 años la tradición cristiana olvidó que los romanos solo hacían cargar el travesaño.

Crux Commissa
La otra posibilidad, es que Cristo habría muerto en una cruz patibular commissa o de “San Antonio”. La base de esta afirmación es que, según las fuentes griegas y latinas, esta es la forma más común y acostumbrada de crucifixión en el imperio romano, y que no sería necesario abajar el travesaño para colocar el titulus, pues aumentar el ángulo de los brazos dejaría un espacio suficiente sobre la cabeza.
El uso de las crux commissa fue tan común en el imperio romano que con el tiempo se consideró popularmente como la forma más natural de la cruz, llegando a asimilarse esta forma con la palabra misma. Por ejemplo, Luciano de Samosata, escritor sirio/griego del s. II d. C., en su obra “El Juicio de las Vocales”, constató la popularidad de este tipo de cruz:
“Así injuria a los hombres (la letra Τ) en cuanto a las palabras; y de hecho, ¡cómo los ultraja! Lamentándose los hombres, deploran su desgracia y maldicen a Cadmo por haber introducido la Tau (Τ) en el Gremio de las letras. Dicen que los tiranos la tomaron por modelo e imitaron su forma para labrar bajo el mismo tipo los maderos y fijar en una cruz en ellos a los hombres; y que de esta máquina infame proviene su nombre infame. Yo creo que no puede imponérsele en justicia otra pena menor que condenarla al suplicio de sí misma, para que en su propia figura expíe su delito, ya que la cruz se formo por ella y por ella también la llamaron así los hombres”.55
Esta relación entre la palabra “stauros” y la letra “Tau” no significa que etimológicamente “stauros” signifique “fijar en Tau”, sino que es un simple juego de palabras que refleja la manera natural y usual en que los hombres evocaban este instrumento de muerte.
Respecto a la tradición cristiana que defiende esta forma de la cruz damos los siguientes ejemplos:
Tertuliano (escribió entre el 190 y 220 d. C.) “Pero, para regresar a Moisés ahora, me pregunto, ¿Por qué, cuando Josué estaba luchando contra Amalec, él no oró sentado sino que extendió las manos,... a no ser que allí, [...] la figura de la cruz también era necesaria...”. “Ahora la letra griega TAU en nuestra propia letra es una T y es la misma forma de la cruz”'.56
Jerónimo (vivió en 347-420 d. C.) “¿Qué es lo que dice indignado? ‘¡Esto podría haber sido vendido por más de trescientos denarios!’, porque a él, que fue ungido con este perfume se le crucificó. Nosotros leemos en Génesis que el arca que Noé construyó era de trescientos codos de longitud, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Noten la importancia mística de los números [...] El trescientos contiene el símbolo de la crucifixión. La letra T (tau) es la señal para trescientos.”57

Crux Simplex
Otra forma de imaginar la cruz de Cristo es la de una crux simplex o poste vertical sin travesaño, con las manos directamente sobre la cabeza, sostenida por unos pocos eruditos de finales del s. XIX e inicios del XX, por ejemplo, el pastor Herman Fulda escribió en el siglo XIX: “No había árboles disponibles en todo lugar que se escogía para una ejecución pública. Por eso, se hundía en el terreno una simple viga. A esta, con las manos levantadas hacia arriba, y frecuentemente también con los pies, se ataba o clavaba a los forajidos [...] Jesús murió en un simple madero de ejecución”. 58 59 60 61 También sostienen esta hipótesis los Testigos de Jehová.
Dibujo de Hermman Fulda.
La principal objeción a esta tesis es la descripción de los propios evangelios, donde se da a entender una pluralidad indeterminada de clavos usados en las manos de Cristo.62 Sin embargo algunos estudiosos como Hermann Fulda han tratado de resolver eso con la idéa de que las manos se podían clavar de modo independiente sin recurrir a un travesaño. Esta situación permite a Fulda especular también que el letrero del cargo podía ir fijado sobre el espacio que quedaría sobre la cabeza, entre los dos brazos.63
Experimentos de Zugibe
La otra objeción es que, como se ha visto, la tradición cristiana antigua testifica una cruz patibular para el caso de Cristo sin que se haya encontrado excepción alguna entre las fuentes patrísticas que avalen esta teoría.La principal objeción a esta tesis es la descripción de los propios evangelios, donde se da a entender una pluralidad indeterminada de clavos usados en las manos de Cristo.62 Sin embargo algunos estudiosos como Hermann Fulda han tratado de resolver eso con la idéa de que las manos se podían clavar de modo independiente sin recurrir a un travesaño. Esta situación permite a Fulda especular también que el letrero del cargo podía ir fijado sobre el espacio que quedaría sobre la cabeza, entre los dos brazos.63
También se ha cuestionado que la ausencia de un travesaño haría que la víctima muriera rápidamente de asfixia. Según el doctor Zugibe, este estilo de crucifixión precipitaría la asfixia en poco tiempo, desde minutos a horas, dependiendo de si se tuviese algún apoyo en los pies para poder incorporarse y respirar. Esto ha sido corroborado por el testimonio de sobrevivientes del campo de concentración de Dachau, durante la Segunda Guerra Mundial, que informan de reos que sobrevivían hasta tres horas al ser colgados de postes de manera similar, sin embargo estas personas tenían sus pies colgando en el vacío, por lo que, con un soporte base, podrían haber resistido mucho más. Eso explicaría la incorporación romana del travesaño, con el fin de prolongar la agonía, en un progresivo refinamiento histórico de esta técnica de ejecución.64 Pero esta objeción pierde algo de fuerza en vista de la urgencia por apresurar la muerte de los reos, por la víspera de la Pascua Judía (la "Parasceve") que el evangelio nos refiere.65
El principal argumento esgrimido para avalar esta teoría es el significado literal de la palabra griega usada en los evangelios para referirse a la cruz. Cierta obra de consulta explica: “La palabra gr[iega] para ‘cruz’ (staurós, verbo stauróo [...]) significa, fundamentalmente, una estaca vertical o viga y, posteriormente, un poste utilizado como instrumento de ejecución y castigo”.66 Sin embargo, si bien esa era la forma básica de la crucifixión entre los pueblos orientales prerromanos, con el tiempo “stauros” se usó en los escritos clásicos para referirse a cualquier tipo de cruz. El "Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado", dice: “Numerosas naciones de la antigüedad practicaban la crucifixión o un suplicio análogo. Primitivamente se empleaba un solo madero (de empalizada o de fortificación), o un palo aguzado en su parte superior [...] bien conocido por los asirios, persas, cartaginenses y egipcios [...] Los griegos y romanos modificaron a su tiempo el primitivo madero, añadiéndole un madero transversal (patibulum)”.67 Solo en los casos excepcionales en que se seguían usando cruces sin travesaño, como los señalados por Joe Zias, la palabra stáuros conservaría su significado literal.
También se ha hecho mención de la reconocida escasez endémica de madera en la Judea de los días de Jesús. El historiador Judío Flavio Josefo cuenta que cuando se reprimió una gran revuelta Judía, al tiempo de la muerte de Herodes el Grande, la gran cantidad de víctimas y la escasez de madera llevó al general Varo a clavar a 2.000 personas a árboles de olivo y a los muros de la ciudad de Jerusalén por no contar con madera suficiente, y que en el asedio de Jerusalén (70 d. C.), durante la Gran Revuelta Judía, no había suficientes madera para construir el muro de asedio, así que se tuvo que exportar madera de Siria desde varios kilómetros de distancia. Josefo también escribió sobre los ejecutados en esa ocasión: “tan grande era su número que no podía encontrarse espacio para las cruces ni cruces para los cuerpos”.68 69
Refiriéndose estas ejecuciones el profesor Zias sostiene que "el número de individuos a ser crucificados, de hecho, puede haber determinado la forma en que la ejecución tuvo forma. Así, como en el caso de los 6.000 prisioneros de guerra que fueron crucificados a lo largo de la Vía Apia, entre las ciudades de Roma y Cappua, como parte de una celebración de la victoria (cuando Espartaco fue derrotado), parece plausible creer que fue ocupada la forma más rápida y eficiente. Eso sería simplemente atar a la víctima al árbol o cruz con sus manos directamente suspendida sobre su cabeza".70 Zias no se pronuncia sobre la muerte de Cristo. De todas formas esto contrasta grandemente con aquellos que, dejándose llevar por la pasión religiosa, rasgan sus vestiduras ante la posibilidad de que Jesús muriera en una cruz sin travesaño.

Lignum Infelix
La madera de calidad para grandes construcciones debía ser importada del Líbano, principalmente cedro y pino; pero también había escasez de madera para otros usos pues los únicos árboles en Judea eran frutales muy valiosos como para cortarlos sin una razón de peso; sólo el olivo era abundante, pero de baja estatura y muy nudoso, pero por su fruto seguía siendo más valioso que un criminal o un esclavo que fuera a ser ejecutado. "Eso hace difícil entender que los romanos ocuparan más madera de la necesaria en las ejecuciones". Esta es la tesis planteada por el mismo profesor Josef Zias, de que los romanos podrían usar como cruces árboles de olivo aún vivos, lo que representaría un ahorro de madera aún más significativo, ya que tan solo se usaría una pequeña viga como travesaño. De hecho, en algunas piezas de la literatura cristiana apócrifa se habla de la cruz de cristo como un árbol:
Las Odas de Salomón (desde finales del siglo I hasta principio del siglo II DC.) “Extendí mis manos y las acerqué a mi Amo, Porque la extensión de mis manos es Su signo: Mi expansión es el árbol extendido, el cuál estaba levantado en el camino del Justo. (Oda 42:1-2).
Árbol cruz-simple.
Museo Ein Karim.
Árbol cruz-patibular.
Museo Ein Karim.
Esta proposición se sustenta en que en el “Nuevo Testamento” también se usa la palabra griega xylon, que entre otras acepciones tiene el significado de ”árbol”, para referirse a la cruz (Hch 5:30Gl 3:131Pd 2:24). El sentido de árbol para la palabra ‘‘xylon’’ está también confirmado en La “Anabasis” de Jenofonte, 6.4-5; y Ap 22:14. En los tiempos prerrepublicanos, los romanos en ocasiones castigaban a los esclavos desobedientes atándolos a los árboles baldíos y se les azotaban hasta su muerte.71 Ocasionalmente las víctimas igualmente eran obligadas a cargar el patíbulo. A esta forma de castigo se le llamó arbor infelix ó infelix lignum, y varios escritores del latín más tarde usaron esta antigua expresión para referirse a la crucifixión. Como resultado, a la cruz se le conoció como un arbor ó lignum (ambas palabras latinas significan “árbol”).72 73
Hallazgos arqueológicos de representaciones de la Crucifixión de Jesús
El más temprano arte paleocristiano fue rico en simbología: El Buen Pastor, el Orante, la Paloma, el Pez, el Ancla, etc., pero extrañamente el signo de la cruz aparece en forma tardía, y la imagen de Cristo en ella aun más. Aun así hay algunos interesantes hallazgos que podrían, según su datación e interpretación, significar representaciones de la muerte de Cristo aún más antiguas, y por ende, arrojar alguna pista sobre las más tempranas tradiciones acerca de su crucifixión.

Cruces en osarios e inscripciones judías
En 1873 un famoso erudito francés, llamado Charles Clermant-Ganneau, informó el descubrimiento de una caverna de sepultura en el Monte de los Olivos. Dentro había 30 osarios,74 varios de ellos tenían signos cruciformes junto a nombres tan comunes para ese tiempo como Juan o Jesús. Luego, en 1945, una tumba familiar fue descubierta en "Talpiot" Jerusalén por el Profesor E. L. Sukenik del "Museo de Antigüedades Judías de la Universidad Hebrea de Jerusalén". Dos osarios tienen el nombre de “Jesús” en griego. El segundo de éstos tiene también cuatro cruces grandes dibujadas. El Prof. Sukenik concluyó que las inscripciones y las cruces estaban relacionadas, siendo ellas "expresiones de pesar por la crucifixión de Jesús", a la luz de estudios paleográficos estas inscripciones datarían desde el siglo I a. C, al I d. C.75
Pero la opinión más actual de los arqueólogos es que este tipo de marca, que en verdad aparece en el 40% de los osarios encontrados en Israel, se usaba simplemente para alinear la tapa a manera de marcas de albañil. Esta interpretación está confirmada por la presencia de un asterisco en el mismo lado de la tapa de los osarios. Esta es la opinión de arqueólogos como L. Y. Rahmani, y Amos kloner. Rahmani las llama "Marca de dirección".76 Esta conclusión es compartida por la investigación sobre supuestas marcas de cruces cristianas sobre una serie de osarios judíos del profesor R. H. Smith.77
Sin desmedro de lo anterior, otros académicos creen que los judíos del tiempo de Jesús si usaban una “x” o una “+” como símbolo de protección basados en Ez 9:4.78 Pero sólo sería una marca simbólica de protección, no una cruz basada en la crucifixión de Jesús. Por ejemplo, una inscripción hebrea, datada del 136 d. C., encontrada en Palmyra, una antigua ciudad de Siria, contiene una inscripción hebrea encerrada entre dos “x”:
"Una persona cuyo nombre es bendito por la eternidad. Engendrado por Shlomo, hijo de Nesa, hijo de Tsaïda, hijo de Baraq, por su salud y la de sus hijos. En el mes de Nisán del año 447".79

En Pompeya y Herculano
Cruz de la casa de Pansa. 
El descubrimiento en Pompeya y Herculano de varias cruces, incluida una de yeso en la pared de la llamada “Casa Pansa” y la huella de otra en la pared de una panadería en la llamada “Casa Bicentenario”, se han interpretado como prueba de un temprano culto a la cruz cristiana, y testimonio de la forma en que murió Cristo, anterior al año 79 d. C. La existencia del grafito de la Domus 22 de Pompeya, que dice Bovius Audit Christianos ("Bovio presta oídos a los cristianos"), parece reforzar esta hipótesis.
El profesor José María Blázquez, en la obra “Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas”, reconoce que podrían ser símbolos cristianos, pero afirma que “es dudoso que sea un símbolo cristiano en una fecha tan temprana, [...] pues la cruz como símbolo cristiano está atestiguada a partir del siglo IV, como en los sarcófagos núm. 171 y núm. 169 del Museo Laterano, ya de mediados de ese siglo, o el núm. 106 de este mismo museo, de finales de siglo”.80
Cruz de la casa "Bicenteneraio".
Herculano.
En esa línea, el profesor Antonio Varone, escribe: “Aparte de las dudas sobre la identificación de este símbolo que se supone que es una cruz cristiana, existe el descubrimiento en la misma panadería de la pintura de una divinidad con forma de serpiente, y algunos hallazgos sumamente obscenos que son también difíciles de conciliar con la supuesta espiritualidad cristiana del dueño de la panadería. Es sabido que desde los albores de la civilización, aun antes de convertirse en símbolo de redención, el emblema cruciforme se utilizaba con un claro significado mágico y ritual. En tiempos antiguos se creía que la cruz tenía el poder de proteger de influencias malignas o destruirlas, y servía principalmente de amuleto”.81



El grafito de Alexamenos
Grafíto Alexámenos.
En 1856, en una pared de las habitaciones usadas por la guardia pretoriana, en las ruinas de los palacios imperiales, en la ciudad de Roma, se encontró una inscripción en la que aparece una cruz de la que pende un asno. Enfrente está un hombre con los brazos abiertos en posición de oración que contempla la cruz. Una inscripción griega dice “Alexamenos veneran a su Dios” (Alexamenos sebetai Theon). Se piensa que el grafito Palatino data de los días del Emperador Marco Aurelio entre el 161-180 d. C., pero algunos lo han fechado tan tarde como durante el gobierno de Alejandro Severo, en el 222-235 d. C.
El profesor J. M. Blazquez escribe que “la presencia de la cruz parece indicar que se trata de una burla anticristiana. Extendida estaba la acusación de que los judíos adoraron un tiempo la cabeza de un asno, según cuenta también Flavio Josefo (Contra Ap[ión]. 2,80)”.82
Se ha objetado que en ese tiempo había otros cultos religiosos con signos cruciformes. La Enciclopedia Católica al referirse a este grafito informa:
Amuletos gnósticos.
Nótese el asno priápico semejante al grafito Alexámenos.
“El Profesor Haupt buscó identificarlo como una caricatura de un adorador del dios egipcio Seth, el Typho de los griegos, pero su explicación fue refutada por Kraus. Recientemente, una opinión similar se ha propuesto por Wünsch que toma su posición en la letra Y, que se pone cerca de la figura crucificada, y qué también se ha encontrado en una lápida que se relaciona al culto de Seth; él concluye, por consiguiente, que ese Alexamenos del grafito perteneció a la secta de Seth ([…] Wünsch, ed., "Setianische el Verfluchungstafeln aus Rom", Leipzig, 1898, pp. 110. […])”.83
Dionisio Crucificado.
Otros han interpretado el Grafito de Alexamenos como una burla contra un adorador gnóstico, se basan en algunos grabados de esa época con epigrafía gnóstica, custodiados en el Museo de Berlín, y en los que se muestra a Orfeo crucificado, e incluso otro con un asno en una postura que sugiere una crucifixión, que es sorprendentemente parecida a la imagen de este grafito romano.84
Sin embargo, la constatación de burlas semejantes en esa misma época ha llevado a la mayoría de los estudiosos consultados a creer que este grafito se trataría de una blasfemia anticristiana. El escritor cristiano Tertuliano en sus Apologéticas escribió: “Una nueva representación de nuestro Dios muy reciente se ha publicado en esta ciudad, empezó por un cierto delincuente contratado para soslayar las bestias salvajes en la arena. Él desplegó un dibujo con esta inscripción: ‘Onokoites, el dios del cristianos’. La figura tenía las orejas de un asno, un pie estaba quebrantado, y estaba vestido con una toga y llevando un libro.”.85 También el abogado y apologista cristiano Minucio Félix confirma esto al citar al opositor pagano Cecilio, que recogía la acusación de que los cristianos adoraban una cabeza de asno.86
Otro punto a favor de esta interpretación es que algunas de las más antiguas representaciones de Cristo en la cruz evitaron durante mucho tiempo el representar a Cristo desnudo, y lo presentan vestido con una túnica, lo que continuó hasta el siglo noveno. Precisamente el grafito de Alexamenos muestra a un crucificado vestido, cosa contraria a la costumbre romana de desnudar a las víctimas. Otra indicación de que se trataría de una alusión a una cruz cristiana es que algunos han creído ver en sus trazos una cruz immissa, algo distinto a las típicas crucifixiones romanas pero presente en la literatura cristiana.

Otras representaciones
Áncoras Cristianas.
Se cree que en la simbología cristiana primitiva (s. II y II d. C.) el signo del ancla o "ancora" sería una forma velada de hacer referencia a la cruz de Cristo, esto, con la intensión de ocultar su fe en tiempos de persecución, como la desatada en los días del emperador Dioclesiano.
Cornalina con escena de la Crucifixión.
Luego desde el siglo III empiezan a haber representaciones más explícitas, como una joya en cornalina que muestra la crucifixión de Cristo junto a los doce apóstoles, del siglo III o IV d. C., procedente de la colección fotográfica y anotaciones del arqueólogo clásico sir John Beazley.87
La Enciclopedia Católica, bajo el apartado “Veneración de Imágenes” dice, sobre la representación del cuerpo de Cristo en la cruz: “Los crucifijos más viejos que se conocen son los de las puertas de madera de Santa Sabina en Roma y un tallado en marfil en el Museo Británico. Ambos son del siglo quinto. Un manuscrito Siríaco del siglo sexto contiene una miniatura representando la escena de la crucifixión. Hay otras representaciones parecidas hasta el siglo séptimo, después del cual se torna usual la costumbre de agregar la figura de nuestro Señor a las cruces; el crucifijo tomó posesión en todos lados”.88

El Fraude del Óstrakon de Iruña-Veleia
El 8 de junio de 2006, en la provincia de Álava, país Vasco, en la ciudad romano alavesa de Iruña Veleia, se ha descubrió lo que se creía la más antigua representación del Calvario, en la que aparecen claramente dibujados “La muerte en la crucifixión de Jesucristo junto a los dos ladrones y, a su pies, dos figuras que pueden ser la Virgen y San Juan- más antigua del mundo. De trazo sencillo, sin demasiado detalle, la representación de la muerte de Jesús en la cruz supone un hallazgo extraordinario tanto por el lugar en el que se ha descubierto como por la cronología que han revelado las diferentes pruebas del carbono 14 y las detecciones de un acelerador de partículas a las que se ha sometido a este trozo de cerámica”.(Begoña Apellániz, Vitoria/Noticias de Álava, 8 de junio de 2006 [2]). Se le fechó como del s. III d. C.
Lamentablemente con posterioridad se informó que: “La Diputación de Álava revocará el permiso de ocupación y de excavación del yacimiento de Iruña-Veleia, concedido a Lurmen SL, ante la "falsedad" de los "sorprendentes" hallazgos de 2006, según concluye el informe encargado por la institución foral a un comité de expertos […] Tanto los grafitos con iconografía supuestamente cristiana como los que contenían palabras en lengua vasca son "falsos", según los expertos y según las investigaciones realizadas, hay indicios de que han sido manipulados "quizás en el momento mismo de su aparición"”.(EFE - Actualizado 19-11-2008 21:47 CET[3]).
El "Rip" ("Que en paz descance") sobre la cruz central fué la primera fuente de sospecha sobre el fraude.

Hipótesis sobre el origen sincrético de la cruz eclesiástica
Portal de Santa Sabina. S. V E. C.
A raiz de las dudas en la atribución cristiana de los anteriores hallazgos arqueológicos el profesor J. F. Hurst ha concluido que: “En los cristianos del primer siglo no se usaba el crucifijo ni ninguna representación material de la cruz”. 89 Otra publicación dice: “Se puede afirmar con seguridad que fue solo después del edicto de Milán, 312 d. de J.C., que se usó la cruz como señal permanente de nuestra Redención. De Rossi declara positivamente que ningún monograma de Cristo, descubierto en las catacumbas o en otros lugares, puede trazarse a un período anterior al año 312. Aun después de ese año trascendental, la iglesia, en ese entonces libre y triunfante, se contentó con tener un monograma sencillo de Cristo: la letra griega ji o chi cruzada verticalmente por una rho, y a veces horizontalmente por una iota. El crucifijo más antiguo al cual se hace referencia como objeto de adoración pública es aquel venerado en la iglesia de Narbona en la parte meridional de Francia, allá en el siglo VI”.90
Se ha especulado sobre la razón por la que no hay representaciones cristianas indudables de la crucifixión de Jesús en el arte paleocristiano anterior al siglo IV, la hipótesis más común es que esta omisión tendría relación con las creencias cristianas arraigadas en el judaísmo que prohíbe el uso de imágenes. Minucio Félix, abogado y escritor cristiano del s. II. d. C. que escribió: “Tampoco nosotros adoramos la cruz ni la deseamos. Vosotros, que veneráis dioses de madera, adoráis quizás cruces de madera como parte integrante de vuestros ídolos”. A este respecto la Enciclopedia Católica declara: “En el arte simbólico de los primeros siglos del cristianismo no se encuentra la representación de la muerte redentora de Jesús en el Gólgota. Los cristianos primitivos —bajo la influencia del Antiguo Testamento, que prohibía las imágenes esculpidas— no estaban dispuestos a representar gráficamente ni siquiera el instrumento de la Pasión del Señor”.91
Tallado en Marfil. S. V E. C. Museo Británico.
Otros estudiosos han tratado de explicar esto señalado al origen religioso precristiano de símbolos cruciformes al margen de su uso en las ejecuciones romanas. La Enciclopedia Británica señala a esto: “En casi todas partes del mundo antiguo se han hallado varios objetos, que datan de períodos muy anteriores a la era cristiana, marcados con cruces de diferentes estilos. De la India y Siria y Persia y Egipto han venido muchísimos ejemplos [...] El uso de la cruz como símbolo religioso en tiempos anteriores al cristianismo y entre pueblos no cristianos probablemente pueda considerarse como casi universal, y en muchísimos casos estaba relacionado con alguna forma de adoración de la naturaleza”. “A causa de la sencillez de forma, la cruz se ha usado tanto como un símbolo religioso como un adorno, desde los albores de la civilización del hombre. Se han hallado varios objetos, que datan de períodos muy anteriores a la era cristiana, marcados con cruces de diferentes diseños, en casi toda parte del mundo antiguo.” (The Encyclopædia Britannica, 1946, edición undécima, tomo VI, p.: 753; tomo VII, p.: 506). G. S. Tyack también llamó la atención a este hecho: “Es extraño, y no obstante un hecho incuestionable, que en épocas muy anteriores al nacimiento de Cristo, y desde entonces en tierras no tocadas por las enseñanzas de la Iglesia, la Cruz ha sido usada como símbolo sagrado. [...] El Baco griego, el Tamuz tirio, el Bel caldeo y el Odín escandinavo, todos fueron simbolizados para sus devotos por un objeto cruciforme”. 92
Lo anterior, más el hecho de que, de varias alternativas igualmente lógicas para imaginar la muerte de Cristo la cristiandad haya consagrado devotamente solo la cruz immissa, a llevado a algunos historiadores a creer que el símbolo religiosos cristiano de la cruz, y la persignación en si misma, serían fruto de un sincretismo religioso posterior: “La señal de la cruz, representada en su forma más sencilla con un cruce de dos líneas en ángulos rectos, precede por mucho, tanto en Oriente como en Occidente, a la introducción del cristianismo. Se remonta a un período muy remoto de la civilización humana.” (The Catholic Encyclopedia, Ed. de 1908, tomo IV, p.: 517). “Desde la más remota antigüedad la cruz era venerada en Egipto y Siria; y la tenían en igual honor los budistas de Oriente […] . para el comienzo de nuestra era los paganos acostumbraban hacer la señal de la cruz sobre la frente al celebrar algunos de sus misterios sagrados”.93
Otros, como W. E. Vine han ido más allá especulando incluso que este posible sincretismo habría sido deliberado y respondería a necesidades políticas y religiosas: “En cuanto a la Chi, o X, que Constantino declaró haber visto en una visión que le condujo a ser el valedor de la fe cristiana, aquella letra era la inicial de la palabra ‘Cristo’ [en griego], y no tenía nada que ver con ‘la Cruz’”, es decir, como instrumento de ejecución. De hecho, una cruz de este tipo es casi idéntica al símbolo pagano del Sol [...]. La forma [eclesiástica de una cruz de dos brazos.] [...]. tuvo su origen en la antigua Caldea, y se utilizaba como símbolo del dios Tamuz (que tenía la forma de la mística Tau, la inicial de su nombre) en aquel país y en los países adyacentes, incluyendo Egipto”[...] A mediados del siglo III d.C., las iglesias se habían apartado de ciertas doctrinas de la fe cristiana, o las habían pervertido. Con el fin de aumentar el prestigio del sistema eclesiástico apóstata, se recibió a los paganos en las iglesias aparte de la regeneración por la fe, y se les permitió mantener en gran parte sus signos y símbolos. De ahí que se adoptara la Tau o T, en su forma más frecuente, con la pieza transversal abajada, como representación de la cruz de Cristo”.94 Actualmente esta hipótesis es sostenida por ciertas sectas e ideológías, por ejemplo, es defendida en el famoso documental“Zeitgeist”.
Los investigadores modernos, se inclinan más bien en creer que los primeros cristianos prefirieron el uso religiosos de la cruz patibular porque sencillamente esta era la forma más común de crucifixión romana de sus días.

Conclusión
Durante el imperio romano la crucifixión fue una práctica terrible mantenida por unos 800 años al ser heredada de pueblos orientales. Su propósito no solo era castigar al reo, sino cumplir una función disuasiva, lo más importante para los romanos era el impacto en el público. En el caso de Jesús es evidente que ese impacto se cumplió, mucho más allá de lo previsto por sus ejecutores, pues millones de personas han vivido hasta hoy inspirados por ese sacrificio de hace 20 centurias.

Referencias
 Mt 27:11-26Mc 15:1-15. El Evangelio de Lucas añade que Pilato envió a Jesús ante Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, que se encontraba de visita en Jerusalén. Según este relato, Jesús no quiso contestar a las preguntas de Antipas, quien lo envió de nuevo a Pilato (Lc 23:1-25). En el Evangelio de Juan, por otro lado, se añaden dos diálogos entre Jesús y Pilato que no aparecen en el resto de los relatos de la Pasión (Jn 18:28-19:16).
 Mt 27:32-44Mc 15:21-32Lc 23:26-43Jn 19:16-24. Juan no menciona a Simón de Cirene. Afirma que Jesús fue crucificado entre otras dos personas, pero no dice que fuesen ladrones.
 Descripción del juicio de Jesús, 1989. [1]
 “¡Ay de mí por la casa de Janín [Anás], ay de mí por sus calumnias!”. (Talmud, Pes. 57ª).
 patíbulum o furca, la cual solía usarse de viga transversal.
 Enriqueta González Martínez Alonso, Restauración: tecnología tradicional y tecnología actual, Editorial Universidad Politécnica de Valencia, 2006, ISBN 84-9705-963-8,[2].
 H. Sanson, Los misterios del cadalso, Talleres tipográficos Manni Hermanos, 1863, [3].
 Lc 23:26, (tous ómous).
 Véase también Mt 10:38Mc 15:31Jn 19:16-17.
 La concepción popular cristiana de Jesús cargando la cruz entera sobre uno de sus hombros se presenta bastante tarde en el arte cristiano. La representación más antigua conocida, es cerca del 430 d. C. (Yves Christe's Art of the Christian World, Págs. 51, 482).
 Ejs.; “Caritón, Quéreas y Calírroe”, 4.2.6-7. s. I a. C.-I d. C. Plutarco, “Moralia, De Sera Numinus Vindicta”, 554 A, s. I d. C. Artemidoro Daldiano, “Oneirocrítica”, 2.56, s. II d. C.
 El uso de este tipo de letreros del cargo está consignado en la “Historae Romanae”, de Dión Casio (54.3.7-8).
 J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel Exploration Journal, volumen 35, páginas 22-27.
 Mc 15:23Mt 27:34; compárese con Sl 69:21.
 F. Zugibe, "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", 1984. [4]
 V. Tzaferis, "Jewish Tombs at and Near Giv'at ha-Mivtar," Israel Exploration Journal 20:31, 1971.
 "Israel Exploration Journal", 1970, volumen 20, páginas 38-59.
 J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel Expoloration Journal, volumen 35, páginas 22-27
 "The International Standard Bible Encyclopedia", 1979, tomo 1, página 826.
 La tradición cristiana también habla del uso de un posapies o “suppedaneum” para fijar los pies, algunos creen ver este tipo de aditamento en el Grafito de Alexamenos, del s. II d. C., posiblemente una de las más antiguas representaciones de la muerte de Cristo.
 Respecto a esto, Justo Lipsio, estudioso del siglo XVI, escribió en su libro “De Cruce Libri Tres”:
“San Agustín escribe a este respecto: ‘La viga vertical de la cruz, que asciende del suelo, en la cual el cuerpo estaba fijado’. ¿Estaba fijado el cuerpo entero? Claro está que solamente los pies estaban fijados al fondo: pero él entiende o bien ‘adjunto’ o ‘apoyado’, aunque no sé si él quiso escribir ‘apoyado’. No obstante, he oído que en dibujos y esculturas antiguas indicios de éste tablón son evidentes: Yo no lo rechazaría precipitadamente, indudablemente no de la cruz de Cristo; pero de otros lo haría con más osadía. ¿Pues qué trazas hay en los antiguos escritos?”
("Department of Special Collection (The Berlin Collection)”, The Joseph Regenstein Library, The University of Chicago" 1100 E., Nº 41. Revisado el 24 de abril de 2010.[5].)
 Josefo, Flavio, "Bello Iudaico" (La Guerra de los Judíos), 5:451-452.
 JR Whitaker, 1935, "la causa física de la Muerte de Nuestro Señor, Discurso sobre San Lucas, el Gremio de, Londres, Inglaterra"; U. Wedessow, 1978, "Considerazioni ipotetiche sulla causa fisica della morte dell 'della Sindone iliomo".
 Frederick_Zugibe. "Columbia University page of Pierre Barbet on Crucifixion", 200. Inglés. Revisado el 24 de abril de 2010. [6]
 También hipoxia: falta de oxígeno en la sangre y el organismo.
 Una condición caracterizada por presión arterial baja y reducción del flujo sanguíneo a las células y los tejidos que lleva a daño celular irreversible y lesión de órganos y eventualmente a la muerte.
 En medicina, se entiende por sepsis al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) provocado por una infección grave. [7] Revisado el 24 de abril de 2010.
 Frederick Zugibe, "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", revisado el 24 de abril de 2010. [8]. "Jesus's death on the cross, from a medical perspective", revisado el 24 de abril de 2010 [9].
 "The Physical Death Of Jesus Christ, Study by The Mayo Clinic", revisado el 24 de abril de 2010. [10].
 James Strong, “New Strong’s Complete Dictionary of the Biblical Words” (Nuevo Diccionario Completo de Palabras Bíblicas de Strong). G 1883.
 "A Critical & Exegetical Commentary on the Gospel According to St. John", 1929, Vol. 2, p. 628.
 "International Standard Bible Encyclopedia", Vol. 1, p. 826.
 Algunos han citado también al “Seudo–Bernabé” y afirman que se remonta hasta el siglo I d. C. Sin embargo, sus manuscritos más antiguos son del siglo IV d. C. Respecto al “Seudo-Bernabé”, la Cyclopædia de M’Clintock y Strong declara: “Evidentemente el escritor no estaba familiarizado con las Escrituras Hebreas, y ha cometido el disparate de suponer que Abrahán haya conocido el alfabeto griego varios siglos antes que existiera.” (The M’Clintock y Strong, Cyclopædia, p. 27-8).
 Justino Mártir, "Diálogo", 91.
 Marcus Dods, “We Don't Speak Great Things - We Live Them!”, Ed. Scroll Publishing [11] Cap. LV.- "Simbols of the Cross".
 Firmico, "Error de las religiones profanas", 21.3-6.
 Rufino, "El Credo de los Apóstoles", 14
 Agustín, Epístola, 26. "De Doctrina Cristiana", 2.41.</
 Op Cit.
 Por ejemplo, ver crítica a la tradición eclesiástica sobre el desarrollo del obispado en: Jaime Alvar, et al.,"Cristianismo y Religiones Mistéricas", Ed. Cátedra, 1995. José María Blazquez, Cap V, Estructura Social del Cristianismo Primitivo: "La Organización Eclesiástica", pp. 109-111.
 Luciano, "El Juicio de las Vocales", pf. 12, traducción de D. Cristóbal Vidal y F. Delgado, Universidad de Sevilla. Madrid, 1901.
 Tertuliano, "Contra Marción". 3.18.6, 22.
 Jerónimo, "Homilía", 84.
 Hermann Fulda, "Das Kreuz und die Kreuzigung" (La cruz y la crucifixión), Breslau (Wroclaw), 1878, pp. 109, y 219, 220.
“Stauros denota un palo o una estaca vertical, a la que se clavaba a los criminales para ser ejecutados. Nuestra palabra [...] ‘cruz’ es la traducción de la voz latina crux; pero el griego staurós no significa una crux [...] Y éste es el significado y uso que se da a la palabra en todos los clásicos griegos. Nunca significa dos piezas de madera que se cruzan en cierto ángulo, sino que siempre se refiere a una sola pieza. Por eso el uso de la palabra xulon en conexión con la manera en que murió nuestro Señor [...] En el griego del N.T. no hay nada que siquiera dé a entender dos piezas de madera [...] Así queda completa la prueba de que al Señor se le dio muerte en una estaca vertical, y no en dos piezas de madera colocadas en algún ángulo”.
("The Companion Bible" (La Biblia compañera), Londres, 1885, Apéndice Núm. 162. Traducido del inglés).
“No hay ni una sola frase en ninguno de los numerosos escritos que integran el Nuevo Testamento que en el griego original indique, siquiera de manera indirecta, que el staurós que se utilizó en el caso de Jesús fuera en absoluto diferente del común y mucho menos que consistiera en dos leños clavados en forma de cruz en vez de uno solo”.
(J. D. Parsons, "The Non-Christian-Cross" (La Cruz No Cristiana), Londres, 1896, pp. 23, 24. Traducido del inglés).
“Además de azotes, según los relatos evangélicos, solo puede considerarse la forma más sencilla de crucifixión romana como el castigo que se infligió a Jesús, colgar su cuerpo desnudo de un madero que, por cierto, Jesús tuvo que cargar o arrastrar hasta el lugar de la ejecución para intensificar el ignominioso castigo [...] Cualquier cosa que no fuera un simple colgamiento queda descartado por el método de ejecuciones en masa que frecuentemente se seguía: [...] Por Quadrato (Guerra de los judíos II 12. 6), por el procurador Félix (Guerra de los judíos II 15. 2 [13. 2]), por Tito (Guerra de los judíos VII. 1 [V 11. 1])”.
(Paul Wilhelm Schmidt, "Die Geschichte Jesu" (La historia de Jesús), tomo 2, Tubinga y Leipzig, 1904, pp. 387-389. Traducido del alemán).
 Se puede ver un dibujo de esta tesis en: Hermann Fulda, "Das Kreuz und die Kreuzigung" (La cruz y la crucifixión), Breslau (Wroclaw), 1878, tabla I, pp. 34-36.
 F. Zugibe. "Forensic and Clinical Knowledge of the Practice of Crucifixion", 1984. Revisado el 24 de Abril de 2010. [12]
 J. Douglas, "New Bible Dictionary", Ed. 1985, p. 253.
 Samuel Vila y Santiago Escuain, "Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado", "Crucifixión", p. 222.
 Josefo Flavio, “Bello Iudaico” (La Guerra de los judíos), II, 2:12. 6; 5:11 & 451-452.
 J. Zias & E. Seketes; 1985; "The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", Israel Expoloration Journal, volumen 35, páginas 23.
 Josef Zias, "Crucifixón in Antiquity", 1998. Revisado el 24 de Abril de 2010. [13]
 Joseph A. Fitzmyer, CBQ 40: 509, 1978.
 Tito Livio, “Ab Urbe Condita”, 1.26.10-11. Cicerón, “Pro Rabirio”, 4.13. Séneca el joven, “Epístola 101.14”.
 fotografías de olivos del siglo II DC., encontradas en Ain Karim, Israel, con evidentes huellas de haber sido usados como cruces, pueden ser vistas en: GreatCommision, Visita a israel, Ein Karim. Revisadas el 24 de abril de 2010. [14] y [15].
 cajas talladas en piedra para guardar las osamentas de los difuntos.
 E. L. Sukenik. Ancient Times (“Los Tiempos Antiguos”), Vol. 3, Nº.1, julio de 1958, Pág. 35. Vol. 5, Nº. 3, marzo de 1961 Pág. 13.
 L. Y. Rahmani, "A catalogue of jewish ossuaries in the Collections of the State of Israel" (Jerusalem: Israel Antiquities Authority; Israel Academy of Sciences and Humanities, 1994).pp.: 222-224, 304. Nº. 319 y 322, osarios 701-709.
 R. H. Smith, “The Cross Marks on Jewish Ossuaries,” Palestine Excavation Quarterly 106 (1971), 53-66.
 Theological Wordbook of the Old Testament, p. 966.
 M. Loconsole “Il Simbolo Della Croce Tra Giudeo-Cristianesimo E Tarda Antichità: Un Elemento Della Translatio Hierosolymae”. 2002, pp.: 217-284. Inscripción traducida en: Adalbert De Vögué, Syrie centrale. Inscriptions sémitiques, vol. LXXVI, Paris 1868.
 Jaime Alvar, et al. “Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas”. Ed. Cátedra S. A., Historia Serie Mayor. 1995. Cap. VII, “La Reacción Pagana ante el Cristianismo”. J. M. Blázquez. p.164.
 Antonio Varone, “Presenze giudaiche e cristiane a Pompei”. (Presencias judaicas y cristianas en Pompeya), Quaderni della Società per lo studio e la divulgazione dell'archeologia biblica. Napoli – 1979. pp. 221.
 Ibid. J. M. Blázquez, cap. VII, “La Reacción Pagana ante el Cristianismo”, p.164.
 New Advent, Catholic Encyclopedia, Archæology of the Cross and Crucifix, “Later development of the crucifix”. Revisado el 24 de abril de 2010. [16]
 Estas imágenes pueden ser vistas en el foro de Celtiveria.net, en la primera discución sobre los hallazgos de Iluria-Veleia. "Servan". Revisado el 3 de mayo de 2010[17].
 Tertuliano, "Apologéticas", 16.12-14.
 Minucio Félix, “Octavio”. 5-13; 28,7.
 John Beazley, “The Crucifixion: Jesus and the twelve apostles, with the inscription IXQYC”. London, British Museum, 1970. Revisado el 24 de abril de 2010. [18]
 Enciclopedia Católica, “Veneración de Imágenes”. En Inglés. Revisado el 24 de abril de 2010 [19]
 J. F. Hurst, History of the Christian Church, Nueva York, 1897, tomo I, p.: 366.
 The Ecclesiastical Review, Baltimore, septiembre de 1920, núm. 3, p.: 275.
 New Catholic Encyclopedia, 1967, tomo IV, p.: 486.
 G. S. Tyack, “The Cross in Ritual, Architecture, and Art” (La cruz en el ritual, la arquitectura y el arte), Londres, 1900, p.: 1.
 W. D. Killen, The Ancient Church, Ed. de 1859, p.: 316.
 W. E. Vine, “An Expository Dictionary of New Testament Words” (Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento), Londres, 1962, tomo 1, p.: 256).